miércoles, noviembre 19, 2008

Cap 6: La horda y el fin de NADIE

La horda se había reunido, estaban los carros organizados para salir, cada uno con su palo en la mano, un arma empuñada, la ira, la idignación y la borrachera en los ojos, con los demonios encarnados y fuera de sí.

Tomaron el camino a la finca "El Olvido" donde NADIE llevaba trabajando desde la muerte de su madre, las arengas se repetían una y otra vez en contra de esa persona que nadie había visto, pero estaban seguros de reconocerla tan pronto verla.

Llegaron a la finca, en silencio rodearon la casa del mayordomo, y sentado en el centro de una sencilla sala se encontraba NADIE, el hombre más feo del pueblo, con su mirada llena de un profundo vacío y serenidad , esperando su muerte (pues hay cosas que NADIE sabe) y a un solo grito: - ¡¡¡MUERTE A NADIE!!!! entraron, molieron y mataron a palazos a NADIE, y una vida sin sentido término.

El cuerpo de NADIE fue arrojado al río, el registro de NADIE fue borrado del libro de bautizos, las notas policíacas fueron cambiadas por otras, la memoria colectiva no tenia espacio para guardar información respecto a NADIE y el entierro de Juliana ocurrió bajo el dolor y las lágrimas de un pueblo que solo quería recordar las cosas bonitas.

El día que NADIE murió, no solo murió NADIE, también murió Juliana, y la última pasión enfermiza de un padre que había asesinado a su propia hija luego de semanas atrás, contarle de su medio hermano, la criada Rosalba y de su puta madre, en una noche de orgía, licor y extorsión al antiguo párroco.

Cap 5: La madre de Juliana

Don Manuel, desde el comienzo de su vida, había lanzado sobre sí una sentencia "No serle fiel a nada, ni a nadie, solo a sí mismo", de esa misma forma fue con las mujeres, con su hijos, con sus intereses políticos, y con todo. Manuel, si podemos decirle así, sin faltarle al respeto en esta parte del relato, era alguien cuya ambición se le notaba en el solo saludar, el apretar de manos, el caminar y en el tono alto con el que pronunciaba cualquier frase que se requiriera decir, y en la mirada altiva e inquisidora tras sus dos grandes cejas negras y espesas.

Se había enamorado en su juventud de una prostituta, la segunda mujer más hermosa que había pisado el suelo de Serenidad, era una mujer alta, de senos perfectos, pelo negro ondulado, olor penetrante e inolvidable, piel blanca pero con ascendencia negra, la cual le daba firmeza a cada músculo que poseía, cuello estirado, labios rojos, mirada miel, sus nalgas eran un precipicio a la locura y mirando su espalda se embelesaba hasta el más indiferente de los dioses. Esta mujer dominó mucho tiempo al heredero del pueblo, hasta que su único embarazo la hizo alejar de Manuel y este en un ataque de celos, de ira, rabia y desespero, la mando a matar para quitarle la niña que nació del único amor que había tenido en su vida.

La niña había nacido a los pocos días de matrimonio de Manuel y fue traída al hogar de los Villamizar - Altagracia y adoptada a la fuerza por Margarita Altagracia, la esposa estresante y estresadora que haría pagar con su mal genio todas las desavenencias de Manuel, pasadas, presentes, futuras y de vidas venideras hasta la eternidad.

Juliana creció entonces bajo la mirada enfermiza del papá, la sangre dominante y furtiva de su madre y los celos de su madrastra. Afortunada o desafortunadamente la madrastra solo vivió hasta los 10 años de Juliana, evitando ver el vejamen que cometería su padre al volverla el premio político de sus amigos y enemigos.

martes, noviembre 18, 2008

Cap 4: El día en que NADIE nació

Rosalba había sido criada en la casa de los Altagracia y traída por la esposa de Don Manuel luego del matrimonio; era una mujer de grandes caderas, senos pequeños y escotes que dejaban ver los 5 vellos en su entre-pecho, que no lograba eliminar y que había decidido peinar para que no se vieran tan feos. A sus 30 años luego de varias amenazas de Don Manuel, decide entregarse como todas las criadas de la casa Villamizar-Altagracia y con tan mala suerte de ser portadora de otro hijo bastardo del Alcalde Villamizar.

El embarazo pronto fue notorio y fue desterrada por orden de Don Manuel, tanto de la finca como del pueblo. Por la época en que iba nacer el niño Juliana ya tenia 15 años y había comenzado hacer furor entre las autoridades del pueblo.

Una noche de marzo el sacerdote (hombre de doble moral que había caído en la primera ronda de favores de Juliana) fue llamado con urgencia al hospital, pues existía el riesgo de que ni niño ni madre sobrevivieran al parto; lleno de enojo, y de falsa caridad cristiana, salio a las 11 P.M.y asistió con gran desprecio y asco al nacimiento del niño. Luego cuando la madre parecía expirar le pregunto por el papá del niño y ella dijo con voz apesadumbrada y cansada: - es Don Manuel, es Don Manuel. Inmediatamente el sacerdote con tono de maldición y mirada inquisidora dijo: - ese niño es nadie, ese niño es Nadie. Tomó el agua, pronunció la fórmula bautismal y le puso al recién nacido por nombre NADIE, y como tal y sin apellidos fue ingresado en el libro de bautismos de la única parroquia del pueblo.

NADIE, sin apellidos y con un nombre destinado a la culpa, al señalamiento, a la muletilla, a la sabiduría, a ser nombrado y despreciado por todos, nació indefenso, maldito desde sus inicios y señalado a ser la expiación de los males de todos.

NADIE, fue para no entrar en detalles, desde el comienzo de su existencia era alguien callado, un tonto, o un sabio, nunca se supo que pensaba, su vocabulario solo se limitaba a decir, "sí" y "no" según convenía. Hasta este punto el relato sobre NADIE, pues no es bueno hablar de quien es nada, de quien no es nadie.

Cap 3: Se establece al culpable

Ante las evidencias encontradas el jefe de policía decide llamar aparte a Don Manuel y comentarle el status del caso y las decisiones a tomar.

Tomando su cinturón de autoridad le dice a su patrón con tono fuerte pero a la vez con respeto y pena: - Señor Alcalde, hemos encontrado que la señorita Villamizar llevaba un diario el listado de sus amantes describiendo fecha, hora, acto y/o vejación realizado con cada uno, de igual forma, se estableció que sus dos últimos amantes corresponden a su principal copartidario y padrino de la joven y el otro a su jefe político, luego de allí se encuentra un vacío de dos semanas en el que termina su diario con la nota "Hace dos semanas NADIE esta en mi vida".

Don Manuel, bien preocupado por toda la situación y el impacto que cualquier decisión que tomara le iba a afectar su vida política y pública pregunta a su subalterno: - Bueno y usted ¿qué sugiere hacer?.

Ante esta responsabilidad el jefe de la policía no le quedaba más que responder lo mejor posible, de manera que no se viera en juego el puesto de su jefe ni el suyo propio, y en tono medio sarcástico propuso: - Queda a la decisión de su excelencia si establecemos orden de captura preventiva contra estos dos personajes, o buscamos al dichoso NADIE y que pague por el atroz crimen.

Luego de pensarlo un rato Don Manuel, recordó la frase bíblica dicha sobre El Redentor, por uno de los sacerdotes del templo: -"es mejor que muera un inocente por el bien de muchos", y estableció junto con el jefe de policía que se divulgaría en las noticias del pueblo que su hija murió en un brutal asesinato, asfixiada hasta la muerte, y que un tal NADIE era el culpable.

Así se hizo y rápidamente las matronas del pueblo se enteraron de la noticia y la rabia fue apoderándose de la población, a medida que avanzaba el tiempo la versión de la autoridad era corregida y aumentada, en el parque del pueblo, los campesinos y empresarios borrachos, querían que NADIE respondiera por haber asesinado a la mujer mas bella que habían visto ese pueblo y sus alrededores.

Y una matrona que recordó que hacia 20 años un niño, hijo de madre soltera, fue bautizado con ese extraño nombre y que era huérfano hace un año y vivía solo, cuidando una finca a dos horas en carro desde la cabecera municipal, en las afueras del pueblo.

Próntamente se regó el chisme, y la indignación y libido herida de los hombres que copularon y los que no lograron copular con la hermosa Juliana, la envidia de unas mujeres y la solidaridad de otras, y la morbosidad de aquellos que esperan momentos así para dejar salir los monstruos que los habitan, comenzaron a gritar en la plaza: - ¡NADIE debe morir!¡NADIE debe morir!¡NADIE debe morir!. y por más que sus propias voces se los dijera, y les clamara que no se derramara sangre, más los enardecía la ironía y gritaban con mas fuerza:- ¡NADIE debe morir!¡NADIE debe morir!¡NADIE debe morir!.

Cap 2: Comienzan las investigaciones

El jefe de policía, luego de tomar las fotos, las medidas y escanear con las mejores técnicas la escena del crimen, envía el hermoso cadáver a la morgue y comisiona dos hombres de su extrema confianza a que lo custodien de cualquier profanación, ataque, o eliminación de pruebas hasta que concluyan las investigaciones.

Tempranamente se da cuenta de que el único funcionario de alto rango en el pueblo que no tenía sus enredos con la difunta Villamizar era él. Al entrevistar a una de las criadas cuyo nombre pidió ser omitido concluyó que Don Manuel prostituyó a su hija desde muy temprana edad para manipular a los gamonales de los diferentes bandos del pueblo, lo cual hacía que siempre fuera favorecido en las últimas siete u ocho elecciones; y ahora lo que parecía un crimen pasional, se constituía en un posible crimen político. De esta misma fuente obtuvo que la casa que le construyó cercana a la vivienda principal tenia la razón de no enterarse de lo que sucedía con su hija, ni de los ayes escandalosos de su ninfómana hija (cuyo juego de la prostitución le había seducido hasta los huesos), ni de los asiduos amantes que eran convocados de manera estratégica según las decisiones del concejo, las elecciones o pago de un favor especial.

Se logró establecer que en mínimo dos ocasiones, dos enemigos políticos fueron "eliminados" a punta de ayes y paros cardiacos producidos por el voltaje de la joven ninfómana, pero que por vergüenzas de las burladas viudas, nunca se divulgó la razón original de los excitantes decesos.

En definitiva, las investigaciones apuntaban hacia todos, en un diario encontrado a la difunta, se encontró llevaba lista de quienes habían sido víctimas de sus encantos, de sus dos piernas largas que no se sabía si lo que seducía eran sus principios, sus finales o sus alrededores. Ella juiciosamente los apuntaba, pero se notaba que el diario no había sido actualizado hacía dos semanas. Solo tenía una nota misteriosa, acompañada con un beso marcado: "Hace dos semanas NADIE esta en mi vida"

Cap 1: El asesinato de Juliana Villamizar Altagracia

Había salido temprano el sol, esa mañana de noviembre, tal vez queriendo que el día terminara lo antes posible, el estar arriba en las alturas le había dado conocimiento sobre los hombres, y sabía que ese día no ocurrirían cosas agradables. Don Manuel Villamizar, alcalde reelecto del pueblo por séptima u octava vez, ya la cuenta no se tiene muy clara, como de costumbre, salió de su cuarto, dejó la casa principal y por el camino de piedra, fue hacia la habitación nupcial que le había construido a su hija cuando esta apenas tenía 16 años.

En el camino comenzó a llamarla : - ¡Julianaaaa!, ¡Julianaaaa!; con el objeto de avisarle que iba y darle tiempo de organizarse y respetar la intimidad de su única hija. Llegó entonces a la cabaña de única habitación, abrió la puerta, comenzó a caminar por el pasillo en el que se encontraba el baño, espero el consabido "Buenos días, papá", pero esta vez no se escucho nada, al entrar a la habitación, encontró a su hermosa hija desnuda, el cuerpo frío y pálido, las ventanas abiertas y una correa atada sin cerrar amarrada al cuello de la mujer más hermosa que el pueblo de Serenidad no ha visto, ni verá.

De inmediato, Don Manuel cubrió el cuerpo de su hija, y mandó llamar al jefe de policía para que se pusiera al frente del primer asesinato que ocurría en el pueblo desde asumiera el mandato